El SPF imprescindible para cada estación

Sumérgete en nuestra completa guía de protección solar y aprende la importancia del SPF. Conoceremos su importante papel en la protección de la piel y te ofreceremos consejos personalizados para seleccionar el protector solar perfecto que se adapte a las necesidades de tu piel y a tu estilo de vida, en todas las estaciones.

Entender el SPF: qué significa y por qué es importante

SPF son las siglas en inglés de Sun Protection Factor. También lo conocemos en español como FPS o Factor de Protección Solar. Creado por el químico austriaco Franz Greiter en los años 70, es un sistema de medición que indica el grado de protección del protector solar frente a los rayos UVB. Un SPF 50 significa que una cincuentava parte de la radiación solar llega a la piel. Esta fórmula supone que el producto cubre la piel uniformemente a una dosis de 2 miligramos por centímetro cuadrado, pero no tiene en cuenta tu tipo de piel ni el entorno en el que te encuentras, factores que importan cuando quieres estar protegido contra el sol.

Es importante tener en cuenta que, aunque el SPF protege de los rayos UVB, que provocan quemaduras solares e inflamación, no protege de los rayos UVA, los rayos de onda larga, especialmente responsables del envejecimiento prematuro de la piel. Por eso hay que buscar un protector solar de "amplio espectro", que proteja contra ambos. Esto suele indicarse en el envase con un símbolo de UVA rodeado, además del nivel de SPF.

Ambos rayos UV pueden afectar negativamente a la salud de su piel y son factores de riesgo de cáncer de piel. Por tanto, lo mejor es protegerse de ambos.

Elegir el SPF adecuado para cada estación

¿Qué SPF utilizar en verano y en invierno?

La protección solar es necesaria los 365 días del año. A pesar de que el riesgo de quemaduras solares es menor en invierno, los rayos UV persisten todo el año, sobre todo los UVA, que contribuyen a los daños a largo plazo y al envejecimiento de la piel, ya que pueden atravesar las ventanas e incluso las nubes.

Aunque se suele creer que el sol es más intenso en verano debido a su posición más alta en el cielo, no es el único factor a tener en cuenta. Las condiciones ambientales también desempeñan un papel importante. Por ejemplo, la nieve refleja entre el 85 y el 95% de los rayos UV, y estar a mayor altitud en las montañas aumenta los niveles de radiación UV entre un 10% y un 12% cada 1000 metros.

Más que la estación del año, hay que tener en cuenta la ubicación y las actividades del día para adaptar el nivel de protección en consecuencia.

De hecho, la diferencia clave entre el SPF en verano y en invierno es la frecuencia con la que se aplica. Y en verano, recomendamos un mínimo de SPF 30 con reaplicaciones frecuentes en función de tu actividad. Los movimientos, la fricción y factores relacionados con el estilo de vida, como la sudoración y la natación, alterarán la eficacia del velo de protección UV, por lo que deberás reaplicarlo con regularidad, al menos cada dos horas en caso de exposición intensa o prolongada.

¿Cuánto dura el SPF 50 y cuándo hay que volver a aplicarlo?

El sistema de clasificación SPF también puede ayudarle a calcular cuánto tiempo puede pasar bajo la luz directa del sol antes de quemarse. Una forma simplificada de entender cómo funciona el SPF es recordar que indica cuánto más tardarán los rayos UVB en provocar quemaduras solares en una piel protegida con protector solar que en una piel sin protección. Por ejemplo, con un SPF de 50, tardará aproximadamente 50 veces más de lo habitual en quemarse.

Sin embargo, esta explicación debe matizarse en función de tu tipo de piel, que puede ser uno de seis según la Clasificación de Fitzpatrick: El tipo I es blanco pálido y el más susceptible a las quemaduras solares, y el tipo VI es marrón oscuro o negro y el menos vulnerable a las quemaduras solares. La piel clara puede quemarse con el sol en diez o quince minutos. Se puede deducir entonces que un SPF 50 ofrece entre 500 y 750 minutos de protección. Puede ser más largo para la piel más oscura. Sin embargo, no dura para siempre, y aunque esas pieles se quemen con menos facilidad, pueden sufrir daños insidiosos por los rayos UV.

También tienes que recordar que el velo protector UV puede alterarse fácilmente con tus movimientos, o con el sudor y la natación, por ejemplo. Incluso si te quedas quieto, con el tiempo los filtros UV se debilitarán. Por eso -y nunca lo repetiremos lo suficiente- las organizaciones sanitarias nos aconsejan reaplicar el protector solar al menos cada dos horas.*

* https://www.who.int/news-room/questions-and-answers/item/radiation-sun-protection

Mitos sobre los SPF desmentidos

"Uso maquillaje con SPF, así que no necesito un protector solar aparte"

FALSO. Aunque utilizar maquillaje con SPF es una buena elección, no sustituye a la protección solar. Considéralo una defensa secundaria, no tu única protección solar. ¿Por qué? En primer lugar, es posible que la base de maquillaje o los polvos no se apliquen uniformemente por todo el rostro y en cantidad suficiente. La crema facial con protección solar (al menos SPF30) es preferible como complemento, sobre todo en casos de exposición intensa y prolongada.



"El SPF impide que mi cuerpo obtenga la vitamina D necesaria"

FALSO. Contrariamente a lo que se suele creer, la protección solar no inhibe la producción de vitamina D. Independientemente del número de SPF que se utilices, parte de los rayos solares seguirán llegando a la piel. Sin embargo, puede producirse una deficiencia de vitamina D, sobre todo en invierno, no a causa de la protección solar, sino simplemente porque los rayos UVB son menos intensos. Por tanto, la mejor forma de obtener vitamina D es a través de la dieta, como el pescado azul o los huevos.

Reflexiones finales: Integrar los SPF en tu rutina diaria



Incorporar SPF a tu rutina diaria de cuidado de la piel nunca ha sido tan fácil. Hoy en día, podemos encontrar beneficios SPF en cualquier tipo de producto, desde el maquillaje hasta las cremas hidratantes. Para conseguir el mejor SPF con color, recomendamos UV Protective Compact Foundation SPF30, que combina un acabado de larga duración y aspecto natural con beneficios antiedad. O prueba Synchro Skin Self-Refreshing Foundation SPF 30, que ayuda a resistir el calor, la humedad, la grasa e incluso el movimiento. En cuanto a la crema hidratante con SPF ideal, Shiseido ofrece una variedad de opciones hidratantes o antiedad con SPF que van del 20 al 30.

Sin embargo, como ya hemos dicho, no siempre podemos confiar únicamente en el maquillaje y la crema hidratante con SPF, ya que dependiendo de la estación y de la actividad que realicemos, puede ser necesario completar el SPF con regularidad, sobre todo en caso de exposición intensa y prolongada. Para fomentar su uso diario, te recomendamos que elijas un protector solar con una fórmula ligera y agradable. Por ejemplo, Expert Sun Protector Loción Facial y Corporal SPF50+ es ultraligera y no grasa, y su velo protector contra los rayos UV se potencia incluso con el agua y el calor. Y para los días de viaje, puedes completar tu protección con Clear Suncare Stick SPF50+, que no se pega, es totalmente imperceptible e ideal para las partes sensibles del rostro o el cuerpo.

Una vez que encuentres la fórmula que te resulte más cómoda para la piel, debería ser el último paso de tu rutina diaria, tan normal como lavarte los dientes.

Conclusiones: Protégete con los productos SPF de Shiseido

Independientemente del tiempo que haga, un SPF de amplio espectro debería ser un producto básico para el cuidado diario de la piel. Si lo incorporas a tu rutina, ralentizarás el proceso de envejecimiento de la piel y reducirás significativamente los daños a largo plazo. 

Desde oil-free hasta cremas hidratantes y maquillajes, Shiseido ofrece protectores solares para todo tipo de pieles, con niveles óptimos de protección solar. Puede obtener más información sobre la amplia gama de productos SPF de Shiseido aquí.